Maltrato

Uno de los problemas que más aquejan a la población adulta mayor, es el maltrato. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el maltrato se define como “un acto único o repetido que causa daño o sufrimiento a una persona de edad, o la falta de medidas apropiadas para evitarlo, que se produce en una relación basada en la confianza”.

Existen diversos tipos de maltrato:

Físico: cualquier acto no accidental que cause daño corporal, dolor o deterioro físico.
Psicológico: actos verbales que causen angustias, sufrimiento o desvalorización moral.
Sexual: Contacto sexual no en contra de la voluntad del individuo.
Abandono: descuido o negligencia por parte del individuo que asume el papel del cuidador.
Explotación financiera: hacer mal uso del dinero, propiedades, recursos o, incluso, robo.
Deserción por un individuo que ha asumido el papel de cuidador. Por ejemplo, implica dejarlo en lugares peligrosos, sin cuidado o encerrado.
Estructural: privar de un buen trato en las oficinas de gobierno, sistemas médicos, etc. Así como marginarlos del bienestar y seguridad social.

Este tipo de maltrato se puede dar en la casa, en las instituciones, en el trabajo, en la calle, con los vecinos o amigos, etc. Las estadísticas sobre maltrato en la vejez están alejadas de la realidad, ya que muchos adultos mayores que sufren algún tipo de maltrato no lo denuncian porque no saben que están siendo maltratados, por miedo a represalias, porque creen que es temporal, o desconocen las instancias encargadas para realizar la denuncia.

El maltrato es un rostro de la violencia que se ha ido acrecentando con el paso del tiempo. Por ello, es importante identificar los focos rojos del maltrato, ya que puede ser un factor que incida negativamente en el desarrollo del adulto mayor.

Para más información visita la página oficial de la OMS o consulta Prevención del maltrato hacia las personas adultas mayores.

Una vida activa y saludable

El envejecimiento es un proceso natural por el que toda persona atraviesa, estar en actividad constante es indispensable para apaciguar el deterioro de las capacidades y mejorar la calidad de vida. Una buena nutrición y una vida activa son vitales para el bienestar de la vejez. De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) el adulto mayor es uno de los principales desafíos en el tema de salud pública.

El ejercicio es una actividad que contribuye a incrementar la longevidad y a mejorar la calidad de la vida, ayuda en la mejora del metabolismo, la regulación de la presión sanguínea y en la prevención de la obesidad.

¿Por qué es importante el ejercicio?

    • Retrasa el deterioro de las capacidades.
    • Refuerza las defensas para evitar contraer alguna enfermedad.
    • Contribuye a sentirse activo y con energía.
    • Fortalece la resistencia y facilita la movilidad.
    • Mejora la coordinación, la flexibilidad y las funciones cognitivas.

Para mejorar las funciones cardiorrespiratorias y musculares, así como de retrasar el deterioro cognitivo y evitar la depresión, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda:

Caminar diario: es benéfico para el cerebro, mejora la capacidad cognitiva y retrasa la pérdida de memoria.

Actividades físicas: los adultos mayores de 65 años en adelante, pueden dedicar 150 minutos semanales a realizar actividades físicas moderadas, o 75 minutos semanales para actividades físicas vigorosas.

Actividades aeróbicas: realizar ejercicios sencillos para mejorar la flexibilidad, la coordinación, así como la orientación y el ritmo.

Para más información, visita la página de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).